martes, 16 de septiembre de 2008

cine - 'Hacia rutas salvajes', y hacia lo más profundo

Y si fuéramos valientes, todos seríamos un poco más Alexandre. Todos, o muchos, quizás, aquellos que creemos en vivir de la belleza y el sudor, de la sonrisa templada.
‘Hacia rutas salvajes’ es una historia imposible pero real, es un insulto a lo labrado por la historia; un relato diáfano de un joven brillante, un camino que deja al ser humano tan cerca de sí mismo que raya lo ficticio y se encuentra con el sueño inconfesable, con el ahora más libre, con el músculo atrofiado de la libertad. Quizás el sueño de ser un héroe, un pequeño valiente pero inútil.
Quizás Sean Penn nunca hubiera quemado su dinero, ni arrojado su coche al fondo de la nada desierta. Nunca habría caminado sólo, hacia lo salvaje, hacia los sueños que se abrían al paso de la libertad. Pero Sean Penn supo que había un Alexandre dentro de él, y que aquel chico rubio tenía su hueco entre nosotros. Quienes, como él, queremos vivir por encima de todo, por delante del empleo cómodo, de la hipoteca basura, de la luz, el agua y la comunidad; todo lo que necesitamos, por no ser, como él, unos valientes.
Esta es la historia de de un deseo, es la historia de una persona, es la historia de un amor directo hacia lo salvaje, hacia lo bello, hacia la verdad. Es la historia que todos, quizás, quisiéramos contar.

'Hacia rutas salvajes' (Into the wild) - Sean Penn